viernes, 13 de julio de 2007

Reevalúan la terapia de reemplazo hormonal

(FUENTES: July 11, 2007, teleconference with JoAnn Manson, M.D., chief, division of preventive medicine, Brigham and Women's Hospital, Boston, and Nieca Goldberg, M.D., medical director of the Women's Health Program at New York University Medical Center, and associate professor of medicine at New York University School of Medicine, New York City)
MIÉRCOLES 11 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Cinco años después de que el ensayo Women's Health Initiative alertara sobre el supuesto riesgo de muerte asociado a la terapia de reemplazo hormonal, expertos en la materia se reunieron el miércoles para reevaluar esos resultados y analizar las evaluaciones y ajustes que han tenido lugar desde entonces.
"La ciencia ha evolucionado considerablemente en los últimos cinco años", declaró en una conferencia de prensa auspiciada por la Society for Women's Health Research la Dra. JoAnn Manson, directora de la división de medicina preventiva del Hospital Brigham and Women's de Boston. "Se ha acumulado mucha evidencia que respalda la idea de que la edad de una mujer y el tiempo transcurrido desde el comienzo de la menopausia podrían influenciar el efecto de la terapia hormonal".
La Society for Women's Health Research es una organización sin fines de lucro, pero ha recibido fondos de compañías como Amgen, Cytyc, Eli Lilly, Ethicon y Wyeth.
El ensayo Women's Health Initiative (WHI) original se interrumpió cuando los investigadores hallaron un mayor riesgo de eventos adversos que, en función de si las mujeres tomaban estrógeno solo o estrógeno más progestina, incluía ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, cáncer de mama y coágulos sanguíneos. Manson fue una de las principales investigadoras del ensayo WHI.
La edad promedio de las mujeres que participaron en el WHI era de 63 años, y habían transcurrido más o menos 12 años desde la menopausia.
El ensayo no fue diseñado para analizar qué tan bien combatía la terapia de reemplazo hormonal los síntomas menopáusicos como los sofocos, sino para ver si desempeñaba algún papel en la prevención de enfermedades crónicas.
"El WHI fue diseñado para evaluar la proporcionalidad de los beneficios y riesgos de la terapia hormonal en mujeres posmenopáusicas saludables en general cuando era usada para prevenir enfermedades crónicas", dijo Manson. "En el momento en que se inició el ensayo WHI a principios de los 90, era cada vez más común en la práctica clínica el uso de terapia hormonal en mujeres mayores que estaban en alto riesgo de enfermedad cardiovascular, o que habían sido diagnosticadas con enfermedad cardiovascular, con el fin de evitar eventos cardiovasculares futuros".
Desde entonces, se ha vuelto bastante patente que la terapia hormonal tiene diferentes beneficios y riesgos, dependiendo de la edad de la mujer.
Justo la semana pasada, Manson y sus colegas reportaron en el New England Journal of Medicine que las mujeres que están en sus cincuenta que toman terapia de estrógeno tienen menores niveles de depósitos peligrosos de calcio en sus arterias, lo que sugiere que tienen un riesgo reducido para la enfermedad cardiaca.
Sin embargo, en las mujeres mayores la terapia hormonal parece incrementar el riesgo de problemas cardiovasculares y coágulos de sangre, un fenómeno confirmado por un estudio que aparece en la edición de esta semana del British Medical Journal.
Los investigadores especulan que el descenso en la incidencia del cáncer de mama de los últimos años se debe a un menor uso de la terapia hormonal tras el anuncio de los resultados del WHI. No obstante, no está claro si hay una relación causa y efecto.
"Es posible que el descenso en el uso de la terapia hormonal haya contribuido al menos en una pequeña parte a la reducción en la tasa de incidencia, pero esto podría deberse a otras explicaciones", dijo Manson. "Hay cierta sugerencia de que el descenso en el cáncer de mama pudo haber empezado ya en 1999, es decir, mucho antes de que comenzara a reducir el uso de la terapia hormonal Además, existe cierta evidencia de que las mamografías se han reducido en los últimos años, y esto podría contribuir a menores tasas de detección y diagnóstico del cáncer de mama".
Dicho esto, la combinación de estrógeno y progestina ha sido asociada al riesgo de cáncer de mama tras cuatro o cinco años de uso. No está claro si el estrógeno tiene un riesgo similar.
En el estudio WHI hubo cierta evidencia de que la terapia hormonal combinada reducía el riesgo de cáncer de colon, pero ésta no fue suficiente para recomendar el uso de hormonas como estrategia preventiva, apuntó Manson.
Asimismo, aunque el estrógeno reduce el riesgo de fracturas y aumenta la densidad ósea, este beneficio exige un tratamiento a largo plazo. Otros medicamentos están disponibles y deberían utilizarse primero, señaló Manson.
En general, la mayor parte de las investigaciones de hoy en día, cinco años después del WHI, debería servir para tranquilizar a las mujeres más jóvenes que podrían necesitar la terapia hormonal para aliviar los síntomas de la menopausia.
"La razón más importante para continuar la terapia hormonal son los síntomas menopáusicos", dijo la Dra. Nieca Goldberg, directora médica del Programa de salud de la mujer del Centro médico de la Universidad de Nueva York y profesora asociada de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York. "Las mujeres más jóvenes que necesitan la terapia hormonal por esta razón pueden relajarse. Sin embargo, la terapia hormonal no debería administrarse a ninguna mujer que tenga enfermedad cardiovascular".
Manson, agregó: "no creo que la terapia hormonal deba empezarse o continuarse para el objetivo expreso de prevenir la enfermedad cardiaca u otras enfermedades crónicas, ya que existen riesgos conocidos. Sin embargo, este caso es muy diferente al de mujeres recién menopáusicas que han empezado a manifestar síntomas moderados o graves como sofocos o calores nocturnos que interfieren con su sueño y calidad de vida. Se sabe que la terapia hormonal es el tratamiento más efectivo para los síntomas menopáusicos. Aún es un tratamiento muy apropiado a corto plazo, pero recomendamos usar la menor dosis y por el tiempo más breve posible que sea necesario".
Más información
Visite la U.S. National Library of Medicine para más información sobre la terapia de reemplazo hormonal.

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